sábado, febrero 11

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EL PAPEL DE LA MENTE EN LAS ENFERMEDADES AUTOINMUNES

Las enfermedades autoinmunes siguen siendo un misterio para la ciencia. Hasta el momento se conocen sus síntomas y su desarrollo, pero se ignora lo que las produce y la mayoría de ellas se puede tratar, pero no curar, voy a tratar de explicar porque .
Hay hipótesis al respecto, pero ninguna de ellas está totalmente comprobada. Lo que sí se sabe es que la mente juega un papel importante en estas patologías.

Hay enfermedades autoinmunes relativamente conocidas como Artritis Reumatoide, Fibromialgia, Diabetes tipo 1, Tiroidiis autoinmunes, Lupus, esclerosis múltiple Otras son un poco menos recurrentes el Síndrome de Guillaime-Barré, entre otras.


• “Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos.”
Aristóteles-


Lo que resulta desconcertante las enfermedades autoinmunes es que son el resultado de un ataque del cuerpo sobre sí mismo. El organismo se comporta como si los antígenos propios fueran virus invasores y los ataca. En otras palabras, falla el sistema de reconocimiento de lo propio y de lo ajeno. Esto ocurre en personas que están perfectamente sanas y la ”medicina” todavía no sabe por qué.

LAS ENFERMEDADES AUTOINMUNES Y LOS MECANISMOS PSICOSOMÁTICOS
La ciencia señala que las enfermedades autoinmunes son el resultado de múltiples factores, dentro de los que la genética juega un papel importante.
Sin embargo, hasta el momento no hay evidencias contundentes de que esto sea así.
En cambio, sí se ha probado que la mente tiene un rol decisivo en tales patologías, especialmente en cómo es la experiencia subjetiva que produce la enfermedad.

Actualmente las enfermedades autoinmunes son abordadas por la mayoría de los profesionales como enfermedades psicosomáticas. Esto quiere decir que se trata de males que tienen su origen en la mente y que toman forma a través del cuerpo.

Hay diferentes enfoques al respecto. “Algunos sostienen que se trata de una incapacidad esencial para verbalizar las emociones”.
Otros indican que es una respuesta que expresa un desequilibrio emocional .. mente-espíritu -cuerpo.
También se aborda como un “delirio corporal”, cuyo antecedente es la depresión, o como una respuesta a un conflicto insoluble. La enfermedad es una coartada para huir de problemas pendientes. Donde el enfermo es su propio verdugo !!

Sea cual sea el enfoque, lo cierto es que el punto en común es la comprobación de que hay realidades que existen en la mente de las personas y que encuentran una vía de manifestación a través de la enfermedad en el cuerpo.

LOS AFECTOS EN LAS ENFERMEDADES AUTOINMUNES

Las enfermedades autoinmunes ponen en marcha un mecanismo de autodestrucción.
Es el propio cuerpo el que deja de reconocer los antígenos que le pertenecen y comienza a auto-atacarse, como si lo que lleva dentro de sí fuera amenazante o peligroso.

La mente es tan importante en estos procesos, que incluso ha surgido una nueva disciplina para tratar estos males, la cual se conoce con el nombre de psiconeuroinmunología.

Así, lo cierto es que las enfermedades autoinmunes no solamente suelen ser crónicas, sino que también resultan incapacitantes y pueden llevar a una persona hasta la muerte, eso pasa si la persona , en vez de rechazar el síntoma o la enfermedad presa atención a ella descubre que nos quiere decir ..
El síntoma es “un expresión visible” de un “proceso invisible” … es una señal que nos hace detenernos para obligarnos a realizar una indagación. Una indagación interna

Lo que debemos eliminar no es el síntoma, sino la causa …. Por lo tanto si queremos descubrir que nos señala el síntoma, debemos no enfocarnos en él, sino buscar más allá
Si el hombre comprendiera la grandeza y la dignidad de la enfermedad y la muerte vería lo ridículo de combatirla ..
La enfermedad indica que el individuo ha dejado de estar en equilibrio, su mente o consciencia en orden o armonía, … esta pérdida de equilibrio interno
El síntoma nos informa que algo falla …..
El síntoma es cómo el maestro que nos ayuda a entender nuestro conocimiento, un maestro severo que será duro si nos negamos a aprender las lecciones más duras …..

Los estudios realizados sugieren que quienes padecen este tipo de enfermedades generalmente tienen un alto nivel de depresión, pero esta no siempre es evidente. Dicho de otro modo, puede que se trate incluso de alguien risueño y vital, pero en el fondo lleva una gran insatisfacción que, generalmente, ni él mismo reconoce.

Otro de los rasgos frecuentes es cierta incapacidad para reconocer las propias emociones. Bien sea por una excesiva intelectualización o racionalización de las situaciones o bien porque se trata de personas que quieren tener todo bajo control y experimentan los afectos como amenazas a su autonomía.


Las enfermedades autoinmunes son insidiosas y dañan notablemente calidad a la vida. Suelen ser dolorosas, de difícil asimilación y poco esperanzadoras. Lo peor es que quienes las sufren acuden al médico en busca de respuestas y, por lo general, solo encuentran silencios y paliativos, no siempre eficaces, para sus padecimientos.
La medicina evita la “interpretación” del síntoma y con ello la “señal” qué él significa …

Aunque esto ha venido replanteándose, Occidente ha impuesto la idea de que mente y cuerpo son realidades desligadas y a veces hasta contrapuestas. Sin embargo, cada vez resulta más claro que la salud y el bienestar son conceptos integrales, en los que tiene tanta importancia el plano físico como el plano mental.


La salida para una persona con una enfermedad autoinmune es precisamente dejar de creer que es una pastilla, una vitamina o algún médico milagroso lo que logrará restaurar su salud.

No es que no deba acudir a estas soluciones, sino que en su tratamiento de base debe existir la intervención de un profesional de la salud mental.

Todas las enfermedades tienen un componente emocional y mental involucrado, pero en las autoinmunes este factor es absolutamente decisivo.

La resistencia a tratar su enfermedad como un tema de la psiquis es, seguramente, la razón fundamental por la que no encuentran alivio para sus sufrimientos físicos y aun curarse ..

Una resistencia que nace de la idea equivocada de que aquel que sufre una enfermedad con una base mental es porque no es lo suficientemente fuerte y se apoya en una idea aún más equivocada: este dolor es una invención del paciente.

EJEMPLO DEL AUTO: si vamos conduciendo un auto y se prende una luz que el auto le está subiendo la temperatura … qué hacemos ..??? No le damos importancia … pues el auto acabará destruyéndose …. Lo lógico es que nos detengamos, y observemos que le está pasando .. para que no se destruya …

El síntoma o la enfermedad es una luz .. que nos debe hacer detener para observar mas allá de lo que vemos


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¿CÓMO SE CONVIERTEN LOS PENSAMIENTOS EN ENFERMEDADES?

Cuando una persona tiene mucha ansiedad o incluso depresión es probable que la enfermedad, además de afectarnos a nivel psicológico, desencadene una serie de síntomas físicos

Nuestra mente es tan poderosa que nos permite influir sobre nuestro estado físico. En los últimos años hemos visto como la puerta entre cuerpo y mente se abría de par en par, afirmando que están relacionados de una manera mucho más estrecha de la que podíamos suponer.

Todos tenemos la experiencia de haber estado enfermos y haber tenido la sensación de que con esa enfermedad física nuestra mente quedaba en una especie de encarcelamiento.

Hemos sentido como se volvía más perezosa y torpe de lo habitual, cerrándose tanto a la recepción de estímulos como a la producción de pensamientos propios.

Por otro lado, las investigaciones de los últimos años nos dicen que un estado de bienestar mental se asocia con un estado físico mejor, tanto del estado real del mismo como de la percepción que tenemos de él.

Parece que el orden y la esperanza que habitan en nuestras ideas tienen la capacidad, mediante el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, de convertirse en un mejor estado físico.

Dicho de manera contraria, somos más proclives a contraer enfermedades cuando nuestra mente está desequilibrada. O sea, que la ansiedad o la depresión son enfermedades mentales que pueden contribuir a que aparezcan síntomas físicos indeseados.

¿CÓMO ES EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN?

Pensemos un momento en esos momentos en los que nos sentimos ansiosos. Nuestro corazón empieza a latir más fuerte y rápido de lo habitual, nuestras manos pueden empezar a temblar y es fácil que comencemos a sudar.

Todos estos son síntomas aparecen porque desde nuestra mente estamos poniendo a nuestro cuerpo en marcha, alterando nuestras constantes de una manera muy parecida a cuando comenzamos a hacer ejercicio.

Sin embargo, hay una diferencia muy grande: el ejercicio no se produce. El cuerpo difícilmente puede dar salida a toda esa energía que ha empezado a producir y esto produce una presión enorme sobre nuestro sistema nervioso.

Las venas y arterias que irrigan nuestros músculos apenas se dilatan y, sin embargo, nuestro corazón se ha puesto a mandar un montón de sangre.

¿QUÉ SUCEDE ENTONCES?

Imaginemos que una multitud de coches de pronto se ponen a circular por una autopista y que, de repente, esa autopista se termina y una cantidad de tráfico muy similar tiene que ser absorbido por una carretera secundaria. El resultado es que se produce un colapso seguro.

Lo mismo pasa en nuestro cuerpo.

Tenemos a un corazón enviando coches y coches y al resto del cuerpo incapaz de absorberlos. Si esta situación se mantiene durante poco tiempo o no es muy intensa, el atasco se queda en una mera anécdota.

Sin embargo, cuando la intensidad es muy grande o muy continuada, se pueden producir grandes daños.

Por otro lado, una de las conexiones más evidenciadas es la que relaciona el funcionamiento de nuestro sistema cognitivo con la fortaleza de nuestro sistema inmunológico.

Cuando nuestra mente no funciona bien es habitual que se revuelva contra el propio cuerpo y potencie internamente cualquier ataque que se produzca desde el exterior.

En este sentido, nuestra mente es como un ordenador y nuestro sistema inmunológico el antivirus. Si nuestro ordenador funciona mal lo que hace es desactivar este antivirus, poniéndole las cosas mucho más fáciles a cualquier troyano que nos quiera dañar.

Además, este debilitamiento no suele darse durante la época de estrés, sino cuando este estrés desaparece.

¿QUÉ PAPEL DESEMPEÑA NUESTRO CEREBRO?

No olvidemos que detrás de nuestras ideas y pensamientos hay un correlato químico en nuestro sistema biológico. Una estructura fundamental para entender esto es el hipotálamo, que desempeña un papel muy importante en nuestra regulación hormonal.

La peculiaridad de esta pequeña estructura es tremendamente reactiva ante nuestros pensamientos, ya sean en forma de recuerdo, en forma de interpretación de estímulos presentes, o en forma de anticipación de acontecimientos futuros.

Así, nuestro hipotálamo puede “despertarnos” de manera que estemos preparados para actuar más deprisa, relajarnos para dar paso al sueño o potenciar la sensación de placer.

¿QUÉ INFLUENCIA TIENE NUESTRA CONDUCTA?

Hasta ahora hemos hablado de cómo la mente puede influir de una manera directa en nuestro cuerpo, pero no debemos olvidar una que no es menos importante, la que se produce a través de nuestra conducta. Pongamos un ejemplo:

Todos tenemos etapas de la vida que no son especialmente alegres y motivadoras. De hecho, aunque no hayamos pasado nunca por una depresión, algunas de las sensaciones que experimentamos en estos periodos se asemejan a las que se producen en esta enfermedad, aunque lo habitual es que no sean tan intensas ni continuadas.

Pues bien, en este tipo de épocas una de las cosas que hacemos es abandonar algunos de los aspectos de nuestro cuidado personal. En este sentido, uno de los primeros aspectos que se ven afectados suele ser la dieta.

Sacrificamos aquellos alimentos que nos gustan menos y que habitualmente son los más sanos por otros que nos proporcionen gustativamente más placer.

¿Por qué lo hacemos? Es una cuestión de equilibrio. Intentamos obtener mediante el gusto el placer que parecemos haber perdido por otros aspectos de la vida.

Desafortunadamente, la imagen que aparece en algunas series de la chica sentada en el sofá dándose un atracón de helado después de una ruptura amorosa es real.

Es nuestra forma dañina de hacer que nuestro hipotálamo facilite en nuestra mente la sensación de bienestar que hemos perdido. Nuestra forma conductual de evitar que aparezcan los pensamientos negativos. Una manera contraproducente para la salud de nuestro cuerpo.

Sin embargo, la pérdida de este equilibrio no es el único motivo para descuidar nuestra dieta. El otro importante es que con la tristeza suele aparecer la falta de motivación.

Las razones (pensamientos) que antes nos parecían muy sólidos para cuidarnos, ahora pueden haber quedado en un segundo plano frente a lo que ha hecho que permitiésemos que apareciera la tristeza y se instalara en nosotros.

Acciones que antes nos parecían rutinarias, ahora parecen costarnos más. Intentamos simplificar nuestra rutina, como ir al supermercado al salir del trabajo y lo cambiamos por pedir una pizza, que nos cuesta menos esfuerzo.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Hasta aquí hemos hablado de cómo los pensamientos negativos nos debilitan, sin embargo también existe la otra cara de la moneda. Varios estudios realizados con personas enfermas han demostrado que una aptitud mental positiva ha hecho que su pronóstico mejorase sensiblemente.

Esto puede ser gracias a una actuación directa de los mismos a través de la bioquímica corporal o mediante la puesta en marcha de más instrumentos de control de la enfermedad, como la realización de ejercicio físico o el cuidado de la dieta.

Así, nos animamos a que cuidar lo máximo posible nuestra salud mental porque, a través de ella, estamos mimando el resto de nuestro cuerpo.
¿Verdad que merece la pena?

miércoles, febrero 1

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PORQUÉ ENFERMAMOS ?

Entrevista al Dr. Jorge Carvajal ...

Médico Cirujano de la UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Pionero de la Medicina

¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?

El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La Salud y Las Emociones

¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la auto-afirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.

¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿ Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.

La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.

El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.

El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.

Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.

Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos, en su opinión?

Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.

El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.

Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. pero no es por amor,es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar,porque el error es tu maestro.
*Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer.

El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro.

Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

LO COMPARTO MUY CIERTO ..Lily

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EL DOLOR FÍSICO Y EL PERDÓN

DETRÁS DE CADA ENFERMEDAD Y EN EL CASO DE NOSOTROS, QUIENES TENEMOS O HEMOS TENIDO LUPUS … HAY UNA HISTORIA DE DOLOR QUE DEBEMOS SANAR ..

No es fácil perdona, cuando las heridas son muy profundas .. pero hay que perdona por nosotros y dejar ir a esas personas que nos lastimaron tanto .. alejarlas de nuestras vidas Es la única manera de poder sanar heridas muy profundas …alejarse ¡!

El perdón es un proceso complejo que te exige poner en juego muchos de tus recursos emocionales.
Difícilmente se produce en forma espontánea, especialmente si la herida ha sido profunda. Por eso es frecuente que sea muy difícil perdonar.
Lo malo es que ese rencor puede terminar afectando seriamente tu salud y tu bienestar.

A veces puede dar la sensación de que el dolor físico no tiene explicación. Pero no es así.
No imaginas cuántos dolores en el cuerpo se ocasionan realmente en la mente y en las emociones.

Los consultorios médicos permanecen atestados de personas que buscan alivio para esas dolencias y, la mayoría de las veces solo encuentran una receta que enmascara los síntomas. El problema es que, cuando la causa de unos síntomas no es evidente y estos en principio no son preocupantes, no se suelen destinar demasiados recursos a encontrar su origen.

“Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente”
–José Ingenieros–

Todo aquello que está en la mente, repercute en el cuerpo.
La razón es muy sencilla: prácticamente todo nuestro organismo está asociado con el sistema nervioso. Este, a su vez, es el encargado de percibir y procesar las emociones. Así, cuando las emociones y/o los pensamientos están alterados y no son procesados, se manifiestan de igual forma.

Muchas veces lo hacen en forma de molestias o de dolor físico en alguna parte del cuerpo. Un dolor para el que no se identifica ninguna causa visible en ningún tipo de prueba que busque una alteración fisiológica. Algo que puede desesperar al paciente, pero también puede hacerlo con el médico si este no está familiarizado con las enfermedades funcionales.

EL CUERPO Y EL PERDÓN

Los estudiosos del tema han podido establecer una clara relación entre el dolor físico y procesos emocionales, como el perdón.
Hablamos del perdón porque se trata de uno de esos procesos emocionales complejos, que involucran emociones muy potentes y difíciles de digerir.
Está relacionado con la ira, la tristeza, la paranoia y el rencor. Por eso puede causar graves daños emocionales, pero también manifestarse como dolor físico y hasta enfermedades graves.

El cuerpo grita lo que la palabra calla. No perdonar es vivir en el pasado, atados a un sentimiento que no evoluciona. Un rencor enmascarado que se estanca y se alimenta a sí mismo de una forma muy negativa. Algunos dicen que es como tener un carbón ardiendo entre las manos, a la espera del momento oportuno para arrojárselo a esa persona por la que se siente rencor. Es más el daño que hace a quien lo sostiene, que al otro. Hay que arrojarlo

Existen determinados órganos del cuerpo que están especialmente relacionados con las huellas de un perdón que aún nos e ha producido. La garganta, el sistema respiratorio, el cuello, los tobillos, la espalda -entre otras- son zonas del cuerpo que, cuando duelen sin razón aparente, pueden indicar la existencia de un proceso de perdón que no se ha completado.
El sistema inmune, es el mas afectado … puede producir enfermedades crónicas como las enfermedades autoinmunes y el cáncer.

EL MAPA DEL PERDÓN EN EL CUERPO

Es bueno que estés atento a esos dolores físicos que aparecen y desaparecen reiterativamente, sin que haya una razón específica para que así sea. Lo más probable es que se trate de emociones no resueltas, en particular, de un perdón que no se ha otorgado, y que si persiste termina lesionando nuestro cuerpo. Sería importante que veamos y analicemos que nos duele o molesta conque emoción está relacionada …así podríamos evitar muchas enfermedades.
Así habla tu cuerpo del perdón:

• Dolor e irritación de la garganta. El dolor de garganta está relacionado con palabras que no se han dicho, o con una incapacidad para expresar el dolor que surgió después de sufrir una afrenta.

• La gripe frecuente. Habla de lágrimas que no han sido lloradas, seguramente por orgullo, o porque hay tanta ira que impide reconocer el daño que nos han causado.

• El dolor en el cuello. Esta zona del cuerpo refleja la flexibilidad o inflexibilidad de una persona. Si el rencor se ha instalado en la vida, probablemente la región del cuello se verá muy afectada. El rencor es una pasión que induce a una fuerte tensión que se debe sostener por mucho tiempo y por eso termina afectando la musculatura del cuello.

• Los tobillos. Cuando no quieres abrir el camino hacia un proceso de perdón, es muy probable que tus tobillos lo reflejen. Es una articulación en la que se proyecta la capacidad de avance en la vida. Cuando sufren dolor, casi siempre es porque te has estancado en un sentimiento negativo.

• El dolor de espalda. En este caso lo que ocurre es que la ausencia de perdón se experimenta como una carga que se rechaza inconscientemente. El rencor origina un peso emocional que se traduce en dolor de espalda, especialmente en la zona media. Si el rencor está relacionado con temas de dinero, es más frecuente que se proyecte en la zona baja.

• Molestias en las rodillas. Frecuentemente están asociadas con la resistencia a doblegarse. Es el orgullo el que está dominando los actos. Se cree, consciente o inconscientemente, que perdonar es un acto de sometimiento.

• Los dientes y las encías. Estas partes del cuerpo están estrechamente ligadas con todo tipo de sentimientos agresivos. Cuando hay dificultad para expresar el enojo, lo más probable es que los dientes se resquebrajen o las encías se inflamen. Si la ira es mayor, los dientes tienden a perder su posición.

CUANDO LAS PENAS NO CURADAS DAÑAN NUESTRO CUERPO

El cuerpo es como un mapa en el que se puede seguir la ruta de esas emociones que están contenidas, que no han sido expresadas.
No somos solo un organismo, o solo una mente. Mente y cuerpo están unidos, se complementan, se influyen mutuamente.
Por eso, cuando hay dolor físico, siempre se debe reflexionar sobre el componente emocional que puede estar asociado.

Espero que los ayude !!! Esto está comprobado científicamente por la Neurociencia … Lily